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El Feng Shui para el bebé

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El  feng shui, ese milenario arte basado en conservar la armonía de los cuatro elementos naturales, agua, fuego, tierra y aire, se puede aplicar en un sinnúmero de situaciones siendo una de ellas el dormitorio del más pequeño del hogar: El bebé.

Por ello, la habitación del bebé deberá encontrar la armonía entre el espacio y la naturaleza para favorecer su desarrollo saludable.

A continuación se pesentan algunos preceptos para lograr esta armonía:

Procura que la habitación se encuentre orientada hacia el este, ya que, de esta manera, el bebé seguirá el ciclo natural del día. y se nutrirá de la luz solar.  Igualmente, se puede pintar las paredes o colocar cortinas del color amarillo

El aire, como la luz, han de circular libremente. Procura que la habitación permanezca ventilada un par de horas al día como mínimo, sobre todo en ausencia del bebé. Los espacios cerrados y el aire estancado crean ambientes tóxicos para la salud. El movimiento continuo y armónico es uno de los preceptos básicos de la filosofía china.

Se debe poner especial énfasis en mantener la higiene en el cuarto del bebé para protegerlo de acumulaciones de polvo que sean causa de alergias o problemas respiratorios.

La cuna debe estar lejos de la ventana y nunca de espaldas a ella. Así el bebé se sentirá seguro, recibirá menos ruidos de la calle o el jardín y se evitarán las perjudiciales corrientes de aire.

Usa materiales naturales; una cuna de madera le permitirá estar en contacto con el elemento tierra.

Evita el uso de barnices, pinturas y resinas artificiales.

Elige muebles con acabados redondeados.

Evita que la habitación se llene de juguetes o peluches, le quitan fuerza al pequeño e impiden que la energía fluya. Pueden ser fuente de problemas de salud al acumular polvo.

Procura que las sábanas y cobertores sean de materiales como el algodón, seda o lana. Creando un entorno 100% natural.

Súmate a la moda green y recibe a tu bebé con un guardarropa ecológico. Los textiles naturales tendrán un efecto beneficioso sobre su delicada piel y su recién estrenado olfato y protegen del frío y del calor con más efectividad I que la ropa sintética.

Para estimular a los pequeños de 3 años en adelante es recomendable evitar los colores neutros en la ropa de cama y paredes del dormitorio y optar por una combinación de colores vivos que le inviten, durante el día, al juego.

Para conservar la salud en el dormitorio infantil es importante mantener el espacio libre de cargas electromagnéticas y eléctricas. Aparatos de televisión, radio, despertadores o juguetes eléctricos pueden contaminar el ambiente del bebé y afectarle físicamente, de forma negativa, especialmente en las horas de sueño.

Una fotografía de los papas, o de la familia, en un lugar visible del dormitorio estimulará el vínculo afectivo del niño y potenciará el necesario sentimiento de seguridad.

Cuando llegue el tiempo de abandonar la cuna es recomendable seguir los mismos preceptos de orientación y ubicar la cama del niño de forma que sus pies no se dirijan hacia la puerta.

La noche es un tiempo especial, el cuerpo y la mente se relajan y el inconsciente se queda abierto a todo lo que le rodea. Si el espacio que has creado para tu bebé es un pequeño santuario de paz y armonía, será el bebé plácido y feliz que quieres ver despertar en la mañana.

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