Deuda karmica Que es el karma de una persona y que es dharma y karma

Deuda karmica Mucho se ha hablado del karma y, en algunas ocasiones de forma equivocada.   En ese sentido, existen personas que dicen que  tal o cual persona es complicada, irreverente, y que se convierte en ‘karma’ de otra cuando en realidad este término conlleva otro concepto.

El karma es una energía que cada quien produce según su forma de actuar, de pensar y de sentir. Cuando la persona hace las cosas con el objetivo claro de ayudar a los demás, de no lastimar con malas acciones y menos con palabras, está generando un karma bueno que le reportará innumerables beneficios

Sin embargo, cuando la persona no pierde la oportunidad de vengarse, de ofender, de actuar negativamente dejando a su paso desdicha y dolor; ese individuo recibirá a cambio el efecto de su comportamiento a menos que crea conciencia para resarcir el daño y tomar alguna experiencia positiva de tal situación para superarse.

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Que es el karma de una persona

El karma nace en el oriente donde es respaldada por las religiones como el hinduismo y el budismo.  Es alli donde se vincula el karma directamente con la reencarnación.

El individuo muere en una vida y encarna de inmediato o tiempo después en otro cuerpo bien sea humano o animal, dependiendo de la carga kármica que lleve consigo. Se viene a la vida a aprender y a poner en práctica lo aprendido en el pasado con el propósito de que las posteriores existencias sean cada vez mejores.

Es decir, ambas religiones coinciden en considerar que el karma lo genera cada persona a su manera, intervienen las emociones y sentimientos propios, quien se interese por generar un karma bueno bien podría llevar a la práctica una de las más sabias enseñanzas de Jesús: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.  Veamos, a continuación, que es la deuda karmica y como pagarlo.

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Deuda karmica ¿Cómo mejorar todo aquello que fue un error?

Deepak Chopra en “Las siete leyes espirituales del éxito” afirma que se pueden hacer tres cosas con respecto al karma del pasado: “La primera es pagar las deudas kármicas. La mayoría de la gente escoge hacer esto inconscientemente, claro está.

Ésta también puede ser nuestra opción. Algunas veces el pago de esas deudas implica mucho sufrimiento, pero la ley del karma dice que en el universo jamás queda una deuda pendiente. El sistema contable de este universo es perfecto, y todo es un intercambio constante de energía, de un lado a otro.

La segunda posibilidad es transformar o convertir el karma en una experiencia más deseable.. Este es un proceso muy interesante, en el cual uno se pregunta mientras paga la deuda karmica ¿Qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Por qué me está sucediendo esto y cuál es el mensaje?  ¿Qué el universo trata de comunicarme? ¿Cómo puedo hacer que esta experiencia sea útil para mis congéneres, los seres humanos? Haciendo esto, buscamos el principio de la oportunidad, para luego unirlo con nuestro dharma, o sea el propósito de nuestra vida…

La tercera manera de enfrentar el karma es trascendiéndolo. Trascender el karma es independizarse de él. Para hacerlo se debe entrar constantemente en el espacio de la conciencia pura, para sentir el yo, el espíritu.” esto se logra exclusivamente por medio de la meditación.

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Tipos de karma

Quienes han ahondado en el tema se refieren a varias clases de karma, a saber:

Individual  Cada persona crea sus propios karmas y paga de alguna manera sus malas acciones, pero cuando actúa correctamente puede disminuir su dolor o sufrimiento y a la vez madura el karma.

Familiar: Cuando las personas que componen un hogar no obran bien a pesar de ser conscientes de la necesidad de hacerlo, sufren y hacen padecer a los demás.

Colectivo En el momento que una persona se asocia con otras y forma parte de un grupo empieza a ser parte de una mente colectiva, entonces los problemas sociales e incluso políticos también pasan a ser parte de un karma colectivo.

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Que es dharma y karma

La palabra dharma proviene de la raíz sánscrita dhri, que significa “sostener”, “mantener” o “preservar”. En los primeros Vedas y otros textos hindúes antiguos, el dharma se refería a la ley cósmica que creó el universo ordenado a partir del caos.

Posteriormente, se aplicó a otros contextos, incluyendo comportamientos humanos y formas de vida que evitan que la sociedad, la familia y la naturaleza caigan en el caos. Esto incluía los conceptos de deber, derechos, religión y comportamiento moralmente apropiado, por lo que el dharma llegó a entenderse como un medio para preservar y mantener la rectitud.

A nivel individual, el dharma puede referirse a una misión o propósito personal. Tradicionalmente, se cree que el dharma de un individuo está predeterminado.

Dependiendo del karma, un alma nace en una casta o grupo social particular, ya sea como recompensa o castigo por acciones en sus vidas pasadas. Su camino en la vida está establecido por leyes universales, y la única forma de progresar es vivir dentro de este camino y trabajar hacia su propósito destinado.

Se dice que todos los seres deben aceptar su dharma para que exista orden y armonía en el mundo. Si un individuo está siguiendo su dharma, está persiguiendo su verdadera vocación y sirviendo a todos los demás seres del universo desempeñando su verdadero papel.

Para los hindúes, todas las entidades tienen su propio dharma: incluso el sol debe brillar y las abejas deben producir miel. En el budismo, dharma también significa actuar de acuerdo con las enseñanzas del Buda y las Cuatro Nobles Verdades.

Se cree que el resultado de vivir de esta “manera correcta” es la autorrealización y la iluminación. Sobre todo, cuando su vida está alineada con su dharma, trae una sensación de alegría y satisfacción.

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